Por unos años, mi dualidad pasó por lo familiar, pero claro, no todo es
familia… Y si bien, siempre estuve ayudando a mi marido en lo laboral, el haber
dejado mi profesión, mi carrera, se fue convirtiendo en un peso muy grande… Es increíble,
pero el trabajo, tu profesión, hacen a tu identidad… Y yo comencé a sentir eso,
la falta de identidad… El haber dejado mi profesión, mi autonomía, era como
haber dejado el control de mi vida también… Y todo eso me empezó a generar
angustia… Aun siendo consciente de lo agradecida que tenía que estar con la
vida… Aun disfrutando de la vida… La angustia por haber perdido mi identidad
apareció para quedarse…
Y obviamente, siempre fui una mujer emprendedora, de jamás bajar los brazos…Comencé decenas de proyectos para independizarme, pero todos se fueron frustrando… Y caigo en el pozo pero al poco tiempo, salto a otro proyecto que me hace tener una esperanza… No sé si algún día volveré a encontrar mi identidad, pero al menos, voy a morir intentándolo!... Eso también es vivir…
Como mencioné en un principio, Fabrice fue una elección… Yo lo elegí con
la cabeza, pero no con el corazón… Y eso es algo de lo que no me arrepiento,
por supuesto… La vida es dinámica, y todo cambia… Lo que necesitas en un
momento, seguramente no lo necesitas en otro momento de tu vida… Lo que te hace
bien hoy, por ahí no te hará bien mañana… Por eso, la elección que hice de formar
mi familia con Fabrice, es una elección bien tomada, porque era lo que
necesitaba en ese momento, y es una elección de la que nunca me voy a
arrepentir…Por más problemas y diferencias que tengamos, es una persona a la
que quiero y respeto… Y es la persona que me dio lo más maravilloso que
tengo…Pero como ya mencioné, una parte de mi estaba anestesiada, y después de
tanto tiempo, necesitaba despertarse…
No voy a decir que el amor tocó a mi puerta, porque nunca es así… Las
cosas no te caen del cielo, no te llueven… Todo en la vida tiene su costo…Si querés
algo, tenés que buscarlo… Todo cuesta, nada es un regalo… Si entré en un sitio
para personas casadas, es porque buscaba despertarme… A pesar de haber buscado
personas que estuvieran a 14000 km y con el objetivo de charlar, de tener una
relación virtual, evidentemente, en el fondo, buscaba algo más… Buscaba
despertarme… Y lo mismo le pasó a mi Pirata, que si bien pasó gran parte de su
vida, navegando en los mares de la infidelidad… Si bien, solo buscaba cumplir
una cábala para que su próximo viaje no naufrague… Algo en él buscaba
despertarse también, ya que aceptó subirse a un barco, que no le daba
absolutamente nada de lo que siempre buscó en sus mares…
Para él, la
infidelidad era una satisfacción física que no debía pasar de un “toco y me
voy”… Para no lastimar a la otra persona, y obviamente, para no correr ningún
riesgo… Pero evidentemente, algo estaba necesitando para subirse a esta relación
“virtual”, que sin satisfacción física, lo llevó a abrirse y navegar sin rumbo
cierto…
Y así, un poco en broma, un poco en serio, empezamos a crear y a navegar
en nuestro barco… Un barco que solo tenía una regla: "Decir siempre la verdad"…
Primero con mails... Muchos mails donde nos contábamos cosas que no habíamos
compartido con nadie… Y lo que empezó como un juego, terminó convirtiéndose en
una adicción… 7 meses de un viaje tan inesperado como soñado… Aprovechando un
viaje suyo de 4 meses a un país del Este, juntamos horarios y aunque no
podíamos estar juntos físicamente, nos fuimos haciendo compinches, confidentes…
Imprescindibles… Iniciar mi mañana sin su “Buen día, Carameloide mío”, era
impensable… Lo mismo que para él, terminar su día sin mi “besito de las buenas
noches”… Y así, sin quererlo, nació el
Bonk y su Cyka… Dos personajes que nacieron y viajaron en un barco paralelo a
la vida real, y que aunque no había habido contacto físico, lo que sentían era
tan fuerte, que despertó a Lucrezia de su largo letargo, y le volvió a dar al
Pirata, una razón para ser feliz…
Mi vida, cambió de nuevo… Podía estar en
Francia, dormida en la rutina, pero nuestro barco me daba la adrenalina y las
ganas de ser feliz… Vivir pensando en él, hablando con él, viajando con él…
Tener mi vida paralela, me daba ganas de avanzar…
El barco navegó por 7 meses… Pero llegaba a Puerto y lo virtual se iba a
convertir en realidad… Con todos los miedos y las dudas que eso implicaba… Pero
todo se fue diluyendo a medida que el momento se acercaba… Era tan fuerte lo
que el Bonk y su Cyka sentían, que el día del encuentro (en Argentina, obvio),
el Bonk le entregó a su Cyka, la más linda carta de amor que recibió, escrita a
mano y con lapicera pluma… Donde le dice que la ama, y que si bien no cree en
el amor literal, si realmente existe, tiene que ser lo que siente hoy por su Cyka…
Y obviamente, todo fue natural,
y como debía ser… La adicción, la pasión, todo lo que habíamos sentido en ese
barco virtual, se reprodujo en el encuentro físico… Pero elevado a la enésima
potencia… Más para mí, que para él… Porque además de todo el amor que sentía
por él, me hizo aprender y vivir una sexualidad que nunca me imaginé que podía
llegar a sentir y vivir… y a los 45 años!...
Entre feliz y sorprendida, empecé a vivir mi relación con mi Pirata… Una
relación que disfruté como nunca esos tres meses que estuve en Argentina… A
pesar de tener los dos, una vida real… Nuestro barco también era real… Y me di
cuenta a los 45 años, que no solo descubrí una nueva sexualidad… sino que descubrí
al verdadero amor… Ahí entendí que mi amor prohibido estaba muy lejos de haber
sido amor… Que fue una obsesión mía y que estaba muy lejos del techo de los
sentimientos… Con mi Bonk todo es bidireccional… lo que damos, lo que
recibimos…
Nunca existe el equilibrio perfecto, obvio… En nuestro caso, siempre
yo soy +++ (doy +, mimo +, amo +) pero él me da + de lo que nunca dio a nadie y
me hace sentir querida y amada a pesar de no poder tener una vida real juntos…
Esto no es una competencia… Acá no es, A ver quién gana!!!... No es, si vos das
menos entonces no vale… En el amor, todo es un complemento… Y el que da +++
necesita al que da menos, para
equilibrar… La famosa frase que “lo que importa es la Calidad y no la
Cantidad”, también aplica… Sería muy tonta si dejo de sentir todo lo que siento
y de recibir todo lo que recibo, ¿Solo porque yo doy más?... Nooooo, el
“Auto-boicot” femenino se acabó para mi!... Gracias a Dios, lo aprendí… Tarde,
pero vale igual…
Después está el tema de la moralidad… Y no voy a entrar en el tema de la
justificación… Las cosas que Fabrice no me quiso dar, todas las promesas
irreales que me lastimaron… Los motivos de mi Pirata para buscar amor en otro
lado… Nada lo justifica… Pero es lo que nos pasó... Es lo que me pasó, lo que me pasa, lo que siento…
Es volver a pararme sobre la línea que divide dos vidas, y caminar sobre ella
hasta saber si puedo saltar y quedarme en una sola… o no…
La vida no es cuento de hadas, y no hay finales felices todo el tiempo…
Hace tres meses tuve que volver a Francia y volver a subirme al barco de mi
Bonk… Al barco virtual… Con muchísimo miedo de volver sola… Sufrí muchísimo la
despedida, y sufro mucho el no verlo, sentirlo… Pero mi Bonk no solo se subió
al barco, sino que hace todo lo posible
para hacerme sentir que está conmigo….
Los mails volvieron, la frecuencia de los
whatsapps aumentaron muchísimo… Tardamos un mes en hablarnos por teléfono
porque no queríamos caer en una desesperación incontrolable… El cerrar los
ojos, escucharnos y saber que estamos tan lejos, era impensable…
Las primeras
semanas fueron durísimas… pero seguimos juntos… Mas juntos que nunca, como me
dice él… Y volver a Francia y ensamblarme en mi realidad fue y es muy duro…
Estoy confundida, estoy triste, estoy perdida… Mas Perdida que nunca… Sin saber
con certeza adonde quiero ir… o a donde puedo ir… Pero sigo adelante …
La dualidad en mi vida es un hecho. Siempre las dos vidas. Siempre los
opuestos. ¿Pero acaso eso no es la felicidad?... Al menos en mi vida, es así…
Soy feliz, porque vivo intensamente pero eso no quiere decir que no sufro, todo
lo contrario, sufro muchísimo… y ese sufrimiento me recuerda que tengo que
seguir viviendo y siendo feliz… Porque la felicidad muchas veces tiene dos
lados….
Y ahora entiendo muy bien la frase que me dijo el médico… Y puedo
afirmar que mi enfermedad fue lo mejor que me paso en la vida… Porque me enseñó a vivir, a encontrarme a mi misma y a encontrarme con los míos…
Ahora ya no me
peleo con mi dualidad… Cambié una vida de pelea entre la noche y el día, por
una vida en equilibrio entre dos países, dos culturas, dos familias… Pero que de nuevo, vuelve a perder el equilibrio para recomenzar una pelea entre mis dos vidas…
A veces
aparecen las crisis nocturnas con el miedo al “no existir”… Siempre están las
dos Lucrezias. Pero ahora entendí algo… Ahora entendí que hay que avanzar…Ahora,
las dos Lucrezias no se quedan en el mismo lugar porque comprendieron que
aunque nos estanquemos, la vida pasa y no podemos retrasar el final… No
avanzando, solo logramos perdernos la vida… Y la vida, siempre vale la pena
vivirla!
Y
miro para adelante, y sigo teniendo preguntas, inquietudes, dudas… ¿Cómo voy a
hacer para seguir con mi equilibrio cuando Matias tenga que ir al colegio?... Cuando
haya que elegir una vida… ¿Cómo voy a hacer para seguir extrañando a mi Bonk? Esa
necesidad imperiosa que tengo de estar con él, de sentirlo, de volver a estar
entre sus brazos… pero, ¿habrá que
elegir una vida?...
Miro para atrás, y sé que no es así… que no vale la pena preocuparse
por el futuro porque en un segundo, el presente te cambia y ese futuro no
llega… Por eso, seguramente van a venir muchos momentos felices; y muchos
momentos difíciles… Pero voy a seguir viviendo, aceptando mi dualidad, sea cual
sea en el futuro; y avanzando… pero por sobre todo, siendo feliz… Con los dos
costados de la felicidad y las dos vidas de Lucrezia...
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