Celosamente Desesperada: ¿exceso de amor o de inseguridad? Parte 2

Y siguiendo con el tema Celos, vuelvo a repetir… Los celos “medidos” son un condimento importante en las parejas… Es la vida misma… Es una forma de manifestar tu amor, porque cuando amamos, el instinto de posesión aparece siempre… Si amo, lo quiero… Y lo quiero para mí… Y lo cuido… Así que celar a tu pareja, es mostrarle que lo amas, es mostrarle que te importa, que lo cuidas… Pero claro, siempre que hablemos de “celos medidos”…. Cruzar la barrera de lo “medido” para llegar a la obsesión y el acoso, es algo bastante habitual y que ya no es manifestación de amor, sino un síntoma de una enfermedad propia… Y nos convertimos en “Celosamente Desesperadas” que vamos caminando por la vida, persiguiendo y asfixiando a nuestras parejas…

Una amiga mía, tenía ese problema de “obsesionarse” con su pareja, y celarlo hasta el punto de acosarlo… De no dejarlo respirar… Y pobre, vivía sufriendo!… Porque ahí está el principal problema… No solo acosamos a nuestra pareja, sino que además, vivimos sufriendo, perseguidas, torturadas por nuestros propios pensamientos… Y llega un momento, que no importa que encontremos o no, siempre estamos mal… Siempre estamos pensando mal del otro… Porque hay otra máxima importante: “El que busca, siempre encuentra”… No importa que encuentre, siempre va a verlo como algo malo… Entonces, ¿para qué buscar?...

A mi amiga, su pareja la había engañado, y ella se refugiaba en ese punto para “justificar” su falta de confianza y su modo de actuar… Pero vamos!, eso no es más que una excusa… La realidad es que siempre fue así con todos… Ahora el tema que habría que indagar, es el verdadero origen de sus “celos enfermizos”… ¿Realmente los celos provienen de tu pareja?.... Pues yo creo que no… Que los celos vienen de nosotras mismas y es un tema NUESTRO… Y hasta llegaría a decir que son totalmente independientes de nuestra pareja… Diría que no tienen nada que ver con el otro… Sino que es un tema puramente NUESTRO…

En la mujer, los celos, generalmente, son una manifestación de un problema de “auto-estima”… De inseguridad en si misma… De sentirse que no somos “la mejor” y que por eso, el otro va a ir a buscar a esa “mejor”… Esto no lo digo yo… Lo dice cualquier libro básico de Psicología… Y con los años vividos, aprendí que es una de las pocas veces que coincido plenamente con la Psicología. Una mujer que cela desmesuradamente, es una mujer que se siente inferior… Inferior al hombre, y sobre todo, inferior al resto de las mujeres!... Porque no nos olvidemos que estas cosas, siempre son entre mujeres… No nos olvidemos, que en estos casos de competitividad, seguridad y auto estima, los hombres no son más que “medios” para expresar nuestro problema con las demás mujeres…

Cuando cruzamos la barrera de los “celos medidos”, Los hombres dejan de ser nuestro objeto/objetivo de los “celos”… Y pasan a ser el medio para expresarlos… No estamos “celosas” de nuestro hombre… Sino del resto de las mujeres que seguramente son mejores que nosotras y nos lo van a sacar!... Y claro, como yo soy menos que todas, voy a perder… Y así, caemos en una patología donde el síntoma, no tiene nada que ver con la enfermedad… Los celos, no son por mi pareja… Los celos, son por la falta de seguridad en mi misma… Por mi baja “auto-estima”… Por no saber querernos y valorarnos… Y eso, no hay hombre que lo arregle… No hay hombre que lo equilibre!… No hay hombre que nos deje tranquila!… Eso es algo, que solo nosotras podemos y tenemos que solucionar, porque nos va a pasar con todos… y durante toda la vida…

Sería tan bueno que aprendamos a mirarnos al espejo y nos viéramos como realmente somos!... Únicas, hermosas, las mejores!!... Eso somos!… Nadie es mejor que yo, esa es nuestra realidad… Y si nosotras lo valoramos, el que esté a mi lado, también lo hará… Es la única forma!… Los celos no vienen de él… Vienen de mí… Y solo provocan una tortura para mí, y una desilusión en mi pareja, que obviamente siente esa inseguridad, y ya no te va a admirar… Si vos no te admiras, tu pareja tampoco… Y ese acoso, solo va a hacer que te termine dejando…

Amo la canción de Gloria Trevi…”Y me solté el cabello, me vestí de reina…”….”Y todos me miran, me miran, porque soy divina y todos me admiran…”… Esa es la canción que todas deberíamos escuchar al levantarnos y aprender que es así!!!… Que somos únicas, que nadie es mejor que nosotras mismas… Y que MI hombre, tiene a la mejor mujer del mundo… Si quiere buscar algo más, sería un idiota… Y ese, ya es SU problema, no el mío!...

Hay otro caso de “celos desmesurados” que no tienen nada que ver con la auto-estima… Este caso, no es tan propio de las mujeres… Al menos, yo no conocí a ninguna mujer que lo hiciera por esta razón… En cambio, sí, he conocido hombres que lo hacen… Y es el caso de “la cola de paja”… He conocido hombres que son asfixiantemente celosos, simplemente, porque ellos son tramposos… No confían porque ellos no son confiables… Son piratas entonces piensan y sienten que todos también lo son… Así que son los que típicamente, acompañan a sus mujeres a todos lados, las celan, las persiguen… y también las llenan de regalos, de halagos, aspiran la casa, lavan los platos… Para lavar culpas… Pero bueno, nunca conocí una mujer que fuera “celosamente desesperada” por esta razón…

El tema “celos” es otro tema muy complejo y muy habitual en las parejas de hoy en día… Creo que con tantas corridas, tanta “evolución tecnológica”, tanta forma nueva de comunicación a través de celulares, chats, redes sociales… En lugar de acercar a las personas, muchas veces, nos separan… Porque además de aislarnos en nuestro propio mundo tecnológico, incrementa la desconfianza hacia el otro como consecuencia de haber perdido la confianza en nosotras mismos… Y creo que ahí está el gran punto… Hemos perdido la confianza en nosotras mismas…. La “auto estima”… Eso hace que demonios como los celos enfermizos, aparezcan y nos arruinen la vida… Elijamos confiar… La Confianza se elige!…. Elegir confiar en nosotras mismas, hace que la confianza en el otro aparezca por decantación… Y seamos felices…

Y recordar las dos máximas, deberían ayudarnos a elegir “Confiar”: “Si te quieren engañar, te van a engañar igual, no importa lo que hagas!”… Y “El que busca, encuentra”… Entonces, elijamos Confiar porque evidentemente, el camino de la desconfianza y el acoso, no nos lleva a nada… Los detectives, dejémoslos para las películas!!!...