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viernes, 10 de junio de 2016

Orgullo, Dignidad, Amor: ¿Sabemos distinguirlos en la pareja?



Desde chicas que las mujeres tenemos un conflicto interno con el tema de la Dignidad, el Orgullo y el Amor… Nos preocupamos y ocupamos de establecer constantemente, los límites que dividen y marcan cada una de esas categorías… La Dignidad, el Orgullo, el Amor… ¿Hasta donde llega el amor?… ¿Hasta donde puedo llegar para preservar mi Dignidad?… ¿Hasta donde puedo ceder para preservar mi Orgullo de mujer?… Parecería ser que en realidad, el Amor, está limitado por nuestra Dignidad y Orgullo… Esos son los límites del amor… Pero entonces me pregunto, ¿El Amor tiene límites?... ¿Entonces el amor está limitado por nuestra Dignidad y Orgullo?... Entonces, ¿Qué es más importante?... El Amor, o mi Dignidad y Orgullo?... ¿El Amor o Yo?... 

Evidentemente, yo no estoy de acuerdo con esa filosofía de vida, pero reconozco que gran parte de mi vida, la viví con esos conceptos, que en realidad, son “Preconceptos Impuestos”, que se transmiten de generación en generación!...





Y ya desde chicas, estamos con el tema de “A ver quien llama primero!”, por ejemplo… Empezamos bien de jóvenes a entrenarnos en el tema del Orgullo y la Dignidad… “Ahhh no!, me tiene que llamar primero él, porque si no, muestro demasiado interés y va a pensar que estoy regalada!”…. “Ahhh no, yo lo llamé la última vez, así que ahora me tiene que llamar él! A ver si se piensa que estoy desesperada!… Vivimos midiendo lo que hace el otro, y compitiendo para ver quien da un paso más adelante que el otro… Si él no da un paso, yo no lo doy… El problema es que si lo hiciéramos solo por miedo, seria entendible y hasta justificable. Pero lamentablemente, lo hacemos por esa “fantasía” de mantener la Dignidad y el Orgullo… Y digo fantasía, porque ese concepto encierra dos grandes mentiras:

1)  El pensar que el Orgullo y la Dignidad pasa por quien llama primero, por quién da el primer paso, o por quien afloja ultimo!... Eso no solo es una mentira, sino una ridiculez que no tiene el mínimo sentido… El pensar así, es subestimar el concepto de Orgullo y Dignidad… Dejémoslos para cosas realmente importantes! 


2)  Otra gran mentira, es decir y creernos que lo hacemos por nosotras… Para mantener nuestro Orgullo y Dignidad… Eso es LA gran Hipocresía!... Dejémonos de mentirnos, chicas!!!... Lo hacemos por él!!!... Siempre lo hacemos por los hombres… Para que no piensen que estamos regaladas, entregadas… Para que no piensen que nos tienen como quieren… Lo hacemos como “estrategia” para engancharlos, para retenerlos o para recuperarlos… No lo hacemos por nosotras, sino por y para Ellos!.... Porque para variar,  lo que piensen los Hombres, es más importante que lo que nosotras pensamos, inclusive de nosotras mismas… Entonces, me pregunto, pensar así, no hacer esas cosas pensando en ellos, ¿No es eso, perder nuestra dignidad y orgullo?...

Y por eso, yo pienso muy diferente en este punto…Para mí, la dignidad y el orgullo no pasa por lo que el otro piense, sino por lo que yo piense de mi misma… Y si yo tengo ganas de llamarlo, pues lo llamo… No hacer algo, por lo que el otro pueda pensar de mí, eso va más contra mi Dignidad que el hacerlo…

Pero lo más gracioso de todo, es que esa persecución que tenemos las mujeres, de medir todo lo que hacemos en función de nuestro hombre, solo les importa a las Mujeres!... porque a los hombres, NO LES IMPORTA!... Y esa es una realidad que nos cuesta entender y aprender!... El hombre es simple y básico… El hombre si tiene ganas de llamar, llama… Y no está pensando ni midiendo a ver quién llama primero… Pero por sobre todas las cosas, el Hombre, no mide las acciones de la mujer con lupa… No está pensando en ver quien llama último o primero… Porque el epicentro del Hombre está en él mismo… Pero lamentablemente, muchas veces, la Mujer pone su epicentro, en el Hombre… Y ahí, perdemos el foco… Y actuamos en función de él, para él… Y terminamos equivocándonos y perdiendo, ya que no hacemos lo que sentimos, y no recibimos lo que queremos tampoco…


Siempre me pregunté ¿por qué actuamos así?... ¿Por qué estamos tan pendiente de lo que el hombre pueda pensar si hacemos lo que tenemos ganas de hacer y decir?... Y obviamente, hay un tema de miedo también… Miedo a perderlo, a lo que piense de mí, a que nos deje… Y volvemos otra vez a lo mismo… Dejamos de ser nosotras por lo que pueda pensar el Hombre!… Y escondemos todo esto, en un Orgullo y Dignidad hipócritas, porque estas acciones no tienen nada que ver con el Orgullo y la Dignidad…

Una vez, un amigo me dijo, “Siempre que hables con el corazón, nadie se va a reír de vos”… Y esa frase siempre la llevé conmigo… Porque la siento así… Siempre que hables con el corazón, la dignidad y el orgullo están de tu lado… Por eso, yo no tengo miedo, ni vergüenza, de decir lo que siento… Aunque no esté segura de lo que el otro sienta, aunque me haya dejado… Decirle a alguien que lo amas, no es perder la Dignidad… No es ir contra tu Orgullo… Decirle al otro que estas mal, triste, dolida… No es ir contra mi Dignidad tampoco… Esto no es una competencia de egos… Esto es Amor… Y en el Amor, la Dignidad pasa por ser fiel a lo que sentimos, a lo que amamos… 


Llamar a alguien, decirle que lo extrañas, que lo querés… Eso es tener ovarios de hacerse cargo de lo que sentimos… y para mí, es mucho más Digno que no hacerlo por miedo a lo que piense el otro… Y me llena de Orgullo poder expresar lo que siento… Después, si el otro se ríe, no le importa o le molesta… pues es SU problema… En todo caso, el poco Digno será él


No hay nada peor que quedarse con todas esas cosas adentro… Con las ganas de llamar, de decirle algo, de expresarte… Pensamos que de esa manera, vamos a obtener “mejores resultados”, pero la verdad, que a mí la experiencia me dice que no es así… Lo único que conseguí, guardándome las ganas de decir lo que siento, es sentirme peor… Hablar con el corazón, me libera, en cambio estar restringiéndome por miedo a lo que el otro piense, me hace esclava de mi misma… Porque esa excusa de la Dignidad y el Orgullo, es una “fantasía” que solo me hace ser menos yo…

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