Te quiero! … Te
amo! … Vivo pensando en vos! … No veo la hora de volver a verte y estar entre
tus brazos! … Cuanto amor!... Cuanta pasión! … Cuando nos decimos adiós y
volvemos a nuestra vida… A nuestro mundo… Cuando casa casa, cada uno a su
casa!... Qué lindo es el amor!...
Ahora, ¿esto
persiste cuando convivimos?... o cambiamos el “No veo la hora de volver a
verte” por un “¿No podrías salir un rato así no te veo más?"… o "Si, si, te
amo… Pero ¿podrías ordenar un poco la ropa que te acabas de sacar?”… Es
evidente que la convivencia cambia las cosas, pero, ¿logra “matar al amor”?
Bueno, no vamos a ser taaann fatalistas... No vamos
a decir que la Convivencia “mata al amor”. .. Digamos que simplemente, le saca es velo de
fantasía que le ponemos a nuestro hombre, y a la relación que tenemos con él… Digamos que es como que le sacamos la ropa y lo vemos tal cual es… Con
rollitos, con todos sus defectos…. TOOOODOSS sus defectos!...
Y despertarse es
duro, eh?... Porque a diferencia de nosotras, los hombres no se preocupan tanto
por ocultar esos “defectillos”, como nosotras lo intentamos al principio…. Y
si, al principio, porque cuando vemos
que por el otro lado, no hay tanto esfuerzo, de a poco dejamos de esforzarnos
tanto… Y al poco tiempo, aparece lo peor
de cada uno… Los verdaderos YO… Y ahí la princesa y su príncipe se convierten
en Fiona y Shrek… Cero glamour, cero diplomacia. .. Y bienvenidas al mundo
Real!
En estas cosas,
hay muchas posibilidades… Tampoco hay que generalizar! … No es lo mismo
convivir cuando se tiene 20 años, que cuando se tiene 40… Calculo, porque yo conviví
solo una vez, con Fabrice, a partir de
los 37 años… Y con una convivencia muy especial, donde tenemos separaciones de
tres meses al año, que yo llamo “Los Respiros de la pareja”… y creo que si
seguimos juntos, es gracias a estos
respiros, donde cada uno recupera su “yo perdido"…
Calculo que
cuando la convivencia comienza a los 20, la adaptación es mucho más fácil… Generalmente,
ninguno vivió solo, así que es pasar de la casa de mama y papa, a vivir con tu
pareja… Aprendes las reglas básicas de a dos y se van amoldando a las
circunstancias nuevas que van apareciendo… Como aprender que si no compras
papel higiénico, pues sólo no va a
aparecer en tu baño!...
Esa es una
anécdota mía, muy graciosa, de cuando me independice de mis padres y me fui a
vivir sola… Recuerdo que estaba feliz de
la vida y me sentía Madame Autosuficiente!... Así que fui a hacer la primera
compra al Supermercado, y compré los mejores jabones, perfumes, algunos artículos
de limpieza… Salmón, gambas, todos los manjares que quería disfrutar SOLA!!….
Velas para el ambiente, un buen vino…. Todo perfecto!... Salvo que cuando voy
al baño, me doy cuenta que no había comprado papel higiénico!... Y claro, así
me aprendí, que el papel higiénico y el
jabón de lavar la ropa, no aparecían por
arte de magia!!!… Y que así como mama lo compraba, pues yo también lo tenía que
hacer, si quería tenerlo en mi baño! Jajaja...
Adaptarse a
vivir sola, es difícil... Pero adaptarse a vivir de a dos, es aún más difícil…
y sobre todo, cuando estás acostumbrada
a tus espacios, a tus rutinas… A tus
manías! … Y claro, de repente tenes que compartir hasta los espacios! …
Recuerdo la
primera vez que Fabrice se vino a la Argentina y convivimos 15 días… El
departamento se me redujo a la mínima expresión!... Hasta el punto de sentir
que me chocaba con él todo el tiempo…
Y EL ORDEN!...
Todo mi orden, lógicamente pre-establecido, se venía abajo… Llegaba a casa, y
las sillas no estaban es su lugar… SUS cosas las veía por todos lados!… Mis
rutinas, ya no las podía disfrutar… El baño mojado después de la ducha… Pues lo
que se dice, una INVASION con todas las letras!... Y claro, los primeros tres días, todo es “Te amo,
te quiero, te adoro”… Pero al cuarto día, aparecen los “¿te cuesta mucho tapar
la pasta dentífrica, mi amorrrrrr?”… Y al séptimo día, “¿Cuándo era que te
ibas, mi vida?”….
Y una vez depositado en el aeropuerto de Ezeiza, volver a MI
hogar, fue volver a la Gloria!... pero ¿eso significa que no lo quiero?...
Pues no, eso
significa, que la convivencia no es fácil, nada más…
Por eso, para
facilitar la cosa, y tratar de evitar esa sensación de INVASION CONYUGAL, una
buena solución es de tratar de comenzar la convivencia en un lugar “neutro”… Es
decir, ni en tu casa ni en la mía… En un terreno virgen, y dispuesto a ser
explorado y conquistado!... Espacios para llenar… Rutinas para crear… Reglas de
convivencia para establecer… Todo para iniciar juntos!... Y sí, eso ayuda para
no sentirse invadido…
Así que iniciar
la convivencia en un terreno virgen, es decir,
ni tuyo ni mío, amortigua la sensación de Invasión… Pero claro, no evita el periodo de “Conquista”, que si lo
tomamos con calma, hasta puede ser divertido! …
Desde elegir el lugar de la
cama donde dormimos, que parece algo intrascendente, pero que no lo es!...
En mi caso, tuve
mucha suerte. Yo siempre dormí del lado
izquierdo de la cama y por más que lo intente, no puedo hacerlo del lado
derecho… Fabrice siempre durmió del mismo lado pero para él, no era un tema
esencial para dormir (de hecho, puede
dormir hasta parado!)… Así que no hubo conflicto para designar los lugares en
la cama… Aunque el conflicto se dio el día que me voy a dormir y lo veo en MI
LUGAR de la cama! …
Ahhhhhhhh Nooo,
MI lugar!... Y su sorpresa y respuesta ingenua de “Ay, no seas tan estructurada,
dormimos como venga!”… ¿COMO VENGA QUIENNNN?... ¿Tan difícil es entender y
respetar que cada uno tiene SU lugar en la cama?... No digo que cada uno tenga
su tenedor y su cuchillo, (aunque mi taza para el café con leche no la comparto ni
con mi hijo, jajaja)… Pero el lugar en la cama es personal… Como tu mesita de
luz... Como tu cepillo de dientes… O no???...
Y bueno, la “Conquista” sigue por todos los lugares de
la casa, a medida que el tiempo pasa, y las costumbres de cada uno van viendo
lo luz!... Algunas conquistas son simples y graciosas… ‘¿Que lado del botiquín
del baño preferís, mi amor?”… “Me da lo
mismo, mi vida… Elegí vos!”…
Pero otras son
más complicadas y no tan graciosas, cuando son cosas que para uno son “evidentes”
y para el otro no tanto...
Una anécdota que
tengo, es la “Distribución de los
estantes de la Heladera”… Algo que nunca se me hubiera ocurrido hacer!… Tanto a
Fabrice como a mí, me nos encantan los lácteos, y somos consumidores masivos de
yogures, flanes, mousses… Fabrice tiene sus preferidos y yo
los míos… Yo compraba y los acomodada… El problema es que Fabrice tiene un ritmo de consumición, mucho mayor al mío… Así que, el señor
terminaba de comer los suyos, y arrancaba con los míos! … Y ahí, Lucrezia entraba en llamas!... “¿Por qué tenés
que comerme MIS postres?... Si querés más,
te compro más, pero no me comas
los míos!”…
Y claro, una vez, dos veces… Hasta que me cansé y distribuí
los estantes de la Heladera... Al principio con cartelito y todo, para que no
se olvide… Y así con el tiempo, aprendió
que el segundo estante de la heladera es de él y el
tercero es el mío… Y está PROHIBIDO tocar productos del estante del otro, a
riego de divorcio!.... Conflicto resuelto, Heladera ordenada, y equilibrio
re-establecido!...
Ah, y hoy en
día, el primer estante es el de Matías,
así cada uno sabe qué comer… y qué me no!....
Y así, cada rincón de la casa, se va conquistando… A veces de común acuerdo…
A veces con Conflictos Bélicos… Con Pactos Escritos…
Tambien quedan
zonas “Libres”, que nunca son conquistadas, o que preferimos dejarlas así, para que no llegue la sangre al río… Son
batallas pérdidas que nunca podrán ser ganadas así que mejor dejarlas así... En
la nebulosa… En mi caso, una zona libre es el Llavero que se encuentra en la
entrada… Que si lograra que Fabrice coloque las llaves en ese lugar, en lugar
de “donde se le ocurra en el momento”, no estaría todos los días preguntando,
“¿Viste mis llaves?”… Cosa que se hace extensible al celular y billetera… Yo los
llamo, Objetos Deslocalizados… Que no tienen lugar y siempre están Perdidos! …
Me cansé de intentar buscarles un “lugar definido”, así que ya ni me molesto en
ayudar a buscarlos tampoco…
Pero bueno, al fin nuestro “Nidito de Amor” está más o
menos en orden!...
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