Que nuestros padres influyen en el desarrollo de nuestra personalidad, es una realidad indiscutible… Nosotros somos producto de lo que nos enseñan nuestros padres, familia, amigos, colegios, mezclado con lo que aprendemos en la vida… A prueba y error… Tomando lo que nos enseñan, adaptándolo a nuestros deseos y situaciones… Y así, con todo lo que recibimos del exterior, vamos tomando lo que nos sirve, vamos modificando lo que no nos gusta, y vamos moldeando nuestra personalidad, nuestro carácter, para en algún momento, encontrar nuestro YO… Pero, ¿hasta cuándo Papá y Mamá influyen en nuestra personalidad?…. Y si, evidentemente, en algún momento los tenemos que soltar….
Sin embargo, no
es tan evidente la pregunta… Porque a veces, como hacemos con los “expertos de
la vida”, terminamos descansando en nuestros padres, para no hacernos cargo de
nuestras propias vidas…
Primero, quiero aclarar que esto no es ninguna crítica hacia los padres… Qué difícil que es ser Padres!!!.... Lamentablemente, no hay una Academia Cultural del Buen Padre, donde te enseñen y te recibas de Padre Perfecto con diploma de honor!... No, no existe… Nos tiran en la vida y de repente, te aparece esa personita que depende totalmente de vos, y Vamos! Arréglatelas solita y como puedas!.... Y así como en todo en la vida, aprendemos a prueba y error… Y nos equivocamos mucho, pero hacemos lo que podemos…. Y claro, después como hijos, es muy fácil la crítica!... “Ahhh, mirá lo que hicieron conmigo! Mira cómo se equivocaron! Yo jamás hubiera hecho esto!”…. Y claro, criticar desde abajo es muy fácil, pero desde arriba, con toda la responsabilidad sobre las espaldas, con todas las dudas, NADA es fácil ni evidente… Y generalmente, de eso nos damos cuenta, cuando nos toca a nosotros ser padres… y de ahí la famosa frase, “Ahora entiendo a la vieja!” por ejemplo… Y generalmente, esa comprensión llega tarde…
Pero bueno,
podemos intentar comprender un poco antes, para aprender también, no?... Yo
siempre digo que para juzgar a nuestros padres, primero tenemos que conocer sus
historias… Sus infancias… Porque solo entendiendo qué es lo que ellos
recibieron, podemos entender qué es lo que ellos pueden dar y hasta donde
evolucionaron…
En mi caso, vengo de un papá que tuvo una infancia muy dura…
Hijo no deseado, nunca recibió amor ni de su madre ni de su padrastro…. A los 4
años ya lo obligaron a trabajar juntando botellas de leche por el barrio… Y recibió
violencia física de sus propios padres… Con ese prontuario, ¿Cómo podía pretender que mi padre fuera Mr Psicoanálisis en su trato con nosotras?.... sobre
todo con las primeras dos, porque ahí está otro tema… No es lo mismo como
educan a los primeros hijos cuando tienen 20 años, que al tercero a los 30 y ni
hablar del cuarto a los 42…
Mi madre vivió una situación parecida, aunque no tan cruel… Pero también tuvo una infancia dura, con un padre alcohólico y violencia física… Pero en su caso, tenía una hermana en la que se apoyaba y una madre que era muy comprensiva, así que no fue una infancia tan dura como la de mi papa, pero si, con muchas frustraciones porque al ser mujer, no tuvo el derecho a estudiar lo quería, ni a salir a divertirse, ni nada….
Mi hermana del medio y yo, fuimos las pioneras… las que los agarramos jóvenes y sin experiencia…. Una pareja que se amaba muchísimo pero que venían de infancias muy duras… E hicieron lo que pudieron… Con muchos errores, y con muchos aciertos… Y esos errores, los fui entendiendo cuando de grande, empecé a investigar sus historias… Y los fui perdonando… Y es más, comencé a admirarlos también… Porque después de haber vivido infancias tan difíciles, no solo hicieron lo que pudieron, sino que evolucionaron muchísimo!.... Nos dieron una educación de alto nivel, nos trataron con rigor pero nos enseñaron los valores de la vida, y tan mal no lo hicieron, porque todos salimos bastante derechos…
No recuerdo a mi
padre diciéndome Te Amo, cuando era chica… A mi madre, sí, pero a mi padre no… Y
claro, ¿cómo voy a pretender que le surja como algo natural, si él nunca
recibió un Te Amo, ni de palabra ni de hecho?… Pero me lo demostró muchas
veces, no con palabras, pero como podía… Pero todo eso, lo fui viendo de
grande, cuando conocí su historia y logré al fin entenderlo…
Lo mismo que a mi madre, diciéndome puta porque iba a la disco a los 22!... Y me dolía y me peleaba y me jodía… Pero claro, después me enteré que mi abuelo nunca la dejo ir a un baile… Que solo fue a un baile a los 19 años, al Centro Asturiano, y ese día conoció a mi papá y ahí se acabó toda su historia amorosa… Entonces, ¿Cómo puedo pretender que mi madre me entienda?...
¿Cómo puedo
pretender que mi madre entienda que salga, que tenga un novio, después otro, si
ella solo salió una vez y encontró al hombre de su vida y se acabó su
historia?... ¿Cómo puedo pretender que entienda lo mucho que sufrí por los
hombres, si ella solo tuvo uno?....
Y ojo, que eso no quiere decir que su vida
haya sido un cuento de hadas… Pero está muy lejos del laberinto de pasiones que
vivimos en nuestros días!....
De grande
entendí que esas peleas con mi madre, que esas frases que tanto dolían, eran
simplemente producto de que no me entendía, porque para ella, todo había sido
diferente…. Es como si quisiéramos opinar sobre un libro que nunca leímos… Por más
buena intensión que tengamos, no se puede…
El mundo cambia tan rápido, que se
hace cada vez más difícil la relación entre padres e hijos, simplemente, porque
no se comprenden, porque viven cosas diferentes… Pero esas peleas sirven,
porque te retrotraen a pensamientos más conservadores, y eso, te ayuda a no
perder el foco….
Está muy bien que los padres nos tiren para atrás, nos paren
la moto, nos frenen… Porque si no, seguiríamos a la manada y seguramente, desbarrancaríamos
más de una vez…. Pero claro, todo eso, lo vi y lo entendí mucho tiempo después…
Cuando conocí la historia de mis padres…
Y ahí, está el gran secreto, para entenderlos, para valorarlos y para perdonarlos de ser necesario…. Conocer su historia y ver su evolución en nosotros… Y obviamente, así vamos a evolucionar nosotros también, y el día que tengamos nuestros hijos, no cometeremos los mismos errores… Eso, seguro!... Cometeremos MUCHOS otros errores… que esperemos nuestros hijos, conociendo nuestras historias, logren entender, y perdonar, y seguir evolucionando para sus propios hijos...
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